En estética facial, una de las cirugías más frecuentes es la rinoplastía. Permite corregir en una intervención tanto la forma de la nariz, así como las alteraciones que tenga el septo o tabique nasal, logrando mejorar tanto la estética como la función nasal.
Desde el punto de vista estético está indicada en pacientes que deseen mejorar o corregir alguna alteración de su nariz, como por ejemplo giba en el dorso, desviaciones, mejorar, proyectar o elevar la punta nasal, corregir el ancho de las alas nasales, entre otras.
En cuanto a lo funcional, en caso de obstrucción nasal debido a alteraciones en el tabique, la cirugía estética puede ser asociada a la cirugía funcional, transformándose en una rinoseptoplastía, que dependiendo de la complejidad de la alteración, puede ser realizada en conjunto con un otorrinolaringólogo de ser necesario.
La recuperación de la cirugía es relativamente rápida, en algunos casos puede ser realizada de manera ambulatoria, con alta el mismo día. Los cambios inflamatorios se demoran cerca de tres a cuatro semanas en disminuir y ya se puede tener un resultado más cercano al definitivo.